El juego de ajedrez, se ha
caracterizado por ser un juego que requiere un alto grado de concentración, y
además la capacidad para poder analizar la partida del jugador; como al
oponente. Se sitúa como un juego con un análisis filosófico, esto porque
incluye un diálogo entre los movimientos, siendo crítico y reflexivo; en el
momento de analizar el desarrollo del juego mismo.
Cuando se analiza las
virtudes que ofrece este juego, es común, examinarlo desde una posición
psico-educativa: mejora en la concentración, memoria, y en la atención. Otro
aspecto de análisis, ha sido desde la neurociencia, como uso de recurso
terapéutico.
Sin embargo, este juego puede verse
también desde la Filosofía. Cuando analizamos el juego y un acercamiento desde
una posición filosófica; puede traducirse desde la libertad; en este sentido
desde la autonomía que poseen las personas al decidir, por cuenta propia, a la
hora de elegir un movimiento. En este punto; «elegir, bajo una responsabilidad
causada». Muchos filósofos y filósofas, han abarcado el tema: de
responsabilidad, determinismo y libre albedrío.
Según Ortega y Gasset, citando al
autor Alonso Fernández (2016, p.253) no podrían ser más certeras. Ser libre, en el sentido propio de la palabra, significa
elegir hacer aquello que tenemos que hacer, y no cualquier línea de
acción.
Por lo tanto, si hablamos sobre el
concepto de «responsabilidad», el autor Ortega y Gasset lo justifica de la
siguiente manera:
“Responsable, no ante un tribunal de este o del otro mundo, sino por lo pronto responsable ante
mí mismo. Porque si la acción tiene que ser elegida necesito justificar
ante mi propio juicio la preferencia, convencerme de que la acción
escogida era, entre las posibles, la que tenía más sentido[1]”.
Bajo esta idea de libertad, cuando una
persona es responsable de elegir; es un claro ejemplo, que muestra el juego de
ajedrez. En este caso es -responder- a un movimiento dentro del juego y ser
consecuente con la toma de una decisión determinante. En la perder, ganar o
proteger una pieza clave.
Ahora bien; ¿Qué relación hay en
filosofía, con un simple juego de ajedrez? En un primer momento en fungir un
diálogo con el otro; sin diálogo no hay juego. Segundo, los jugadores abarcan
la relación entre «libertad-responsabilidad» a la hora de que cada uno, tome
una decisión para brindar el “jaque-mate”.
Si un jugador que pierde, sabrá que lo
hizo por no tomar las mejores decisiones. El jugador ganador, fue porque
escogió y analizó los mejores movimientos que había en el contexto situado, en
este caso, en el juego. A pesar de funge como un esparcimiento, implementa una
enseñanza de acuerdo a lo siguiente:
Un jugador usualmente pierde la partida
por las siguientes razones, a pesar de ser un jugador experimentado: por la
falta de concentración durante su juego, falta de reflexión, toma de decisiones
precipitadas, y el mal empleo de las piezas por un juego sin contenido crítico
ni reflexivo.
Dentro de la enseñanza de la filosofía;
estos elementos son sustanciosos a la hora de brindar una clase y que sea
provechosa. Dado que, de manera de ejemplo, las “piezas de ajedrez” son
nuestros argumentos. En ella se debate “un tablero” que se llama la discusión,
y por último la «táctica y la estrategia», es la argumentación, para jugar de
manera oportuna, y dar el “jaque mate”.
A continuación se leerán testimonios de
estudiantes que han jugado ajedrez[2], durante su receso
del recreo en el Instituto Albert Camus de San Salvador, como modo de
recreación en este centro de enseñanza:
-Steven: “tiene razón; si uno no
puede tomar una buena decisión, pierde oportunidades… y este juego está basado
en tomar decisiones, eso depende del triunfo”
-Mauricio: “Para tomar una decisión,
debo pensar bien, estar concentrado, usar la lógica y diseñar una estrategia,
es igual en la misma vida. Tomamos decisiones a cada momento y, dependiendo de
qué tan acertadas sean, nos puede llevar al éxito o al fracaso”
-Marvin: “Pienso que los errores son
necesarios, en la vida misma se cometen, pero del error viene el éxito. Eso nos
pasa en el ajedrez; a veces nos aférranos a no equivocarnos, pero tenemos que
saber que, en cada juego, aunque perdamos, aprendemos más”
Lo que se rescata es que cada jugador,
es comprometido con cada uno de sus movimientos. La frase: “pieza tocada,
pieza movida”; hace que cada jugador piense mejor antes de elegir qué
movimiento hacer.
Fuentes bibliográficas:
1. Vicente-Martínez, S. (2013). Ajedrez
para la Enseñanza Primaria.
Fernández, A. (2016). Ajedrez y
filosofía: en el camino hacia la responsabilidad. Diálogo Filosófico (95)
1, p. 251-266.
2. Salazar, W. Domínguez, S. &
Zavaleta, V. (2017). El ajedrez: un juego, una disciplina y un deporte. Revista
Pedagógica AB-sé (19) vol.1
3. ORTEGA Y
GASSET, José. (2001). Obras Completas. España: Madrid.
Editorial: Taurus, Vol. IX, p. 1172.
[1] ORTEGA Y
GASSET, José.(2001). Obras Completas. España: Madrid.
Editorial: Taurus, Vol. IX, p. 1172.
[2] Recuperado de
Salazar, W. Domínguez, S. & Zavaleta, V. (2017). El ajedrez: un
juego, una disciplina y un deporte. Revista Pedagógica AB-sé (19) vol. 1,
p.7.
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