Þ La ética
Etimológicamente significa el estudio de las costumbres; desde el punto de vista filosófico,
el concepto de ética está en función de lo que entendamos por ella y a su
vez
esto depende de la postura filosófica que adoptemos.
Sin
embargo, podemos afirmar que es una disciplina filosófica que se ocupa del
comportamiento
humano, sus fines y los principios que lo orientan; es una disciplina
vinculada
estrictamente al desarrollo del hombre en lo que a su conducta se refiere.
Trata
del bien en general y de las acciones humanas en toda su complejidad.
De
esta manera podemos decir que hay:
1. Ética descriptiva, entendido el tema del comportamiento como un problema a
describir y explicar; en este sentido se ocupa de explicar lo bueno, lo malo,
lo
justo y lo injusto, el deber, etcétera.
2. Ética normativa o prescriptita, entendida como prescripción de contenidos a los
cuales se ha de ajustar la conducta humana. Esto es, señala las normas
que
deben regir las acciones humanas y que determinan la bondad o maldad
de los
actos humanos.
Ahora bien, los problemas fundamentales de
la ética son: la
esencia de lo moral, la fuerza obligatoria de lo
moral y con ello el problema del deber y el cuestionamiento acerca de la libertad.
Es probable que te hayas formulado las
siguientes preguntas, si no te invito que las
reflexiones: ¿A qué obedece el comportamiento? ¿Por qué debemos obedecer las
normas
éticas? ¿Quién nos obliga a ello? ¿Quién sanciona la conducta ética? ¿De
dónde nace
la fuerza obligatoria de los preceptos morales? ¿Quién impone las normas
éticas? Si analizas las preguntas anteriores te vas a dar cuenta de
que el fundamento de la moral se encuentra en tu
interior, son normas que tú racionalmente te impones y cuya
fuerza obligatoria radica en ti mismo.
Puedes apreciar que las normas éticas
nadie las impone, nadie las sanciona, sin embargo,
aprecias también que debes aceptar y acatar ciertas normas éticas, pues
gracias
a ellas y aún por encima de las normas jurídicas nos valoramos y convivimos
como
personas.
A Aristóteles
se le debe el desarrollo sistemático de la ética, concebida como parte integrante de la filosofía y como base de la comprensión
del hombre y de su existencia.
De acuerdo con
los principios presentados por Aristóteles en su obra Ética a Nicómaco, las acciones
humanas para ser verdaderamente humanas tienen que tener justificación y ésta
se presenta en tanto cuanto el hombre prefiere o se inclina al bien, lo que significa que la realidad humana es constitutivamente
moral; de acuerdo con esto, los actos pueden
ser deshonestos, pero nunca inmorales.
En la vida
práctica te puedo decir que en el transcurso de nuestra existencia y de nuestro actuar día a día se va configurando el ethos (costumbre). Cada uno de nosotros llevamos el peso de la vida que hemos configurado
moralmente. Lo has percibido, nuestras
virtudes y nuestros vicios nos inclinan a unos actos o a otros, es decir,
como que tenemos ciertos determinismos que nos
inclinan a obrar de una manera y
contra los cuales tenemos que luchar para hacer lo que consideramos correcto.
Lo realmente importante al final de cuentas es lo
que hemos hecho con nuestra vida y
con la vida de los otros.
Nuestra vida
es dinámica, somos seres en acción; como decía Aristóteles, citado al principio de este capítulo, “nacemos para
conocer, decidir y actuar”, por lo que nuestro
ethos se configura a golpes de libertad. Nuestra vida es
una totalidad que siempre va con nosotros.
Siempre las
etapas de la vida van quedando atrás y con etapas por venir surgen nuevas posibilidades para seguir construyendo
nuestra vida moral. En
este sentido nuestra libertad actual está condicionada, al menos parcialmente,
por la historia de nuestra libertad, una libertad
concreta, comprometida por decisiones anteriores, por pasiones, por aptitudes,
y por limitaciones o determinismos psico–sociológico–biológico–genéticos.
Como ves el problema ético está ligado a nuestra
actuación cotidiana y se vincula con
lo que hacemos con nuestra propia existencia.
Þ Axiología
Esta disciplina se ocupa de la reflexión
sobre los valores, por lo que se encuentra vinculada
con la Ética. Es probable que hayas escuchado expresiones como las siguientes:
vivimos una crisis de valores, los valores no existen, los valores varían
de
persona a persona, los valores familiares están desapareciendo, los valores se
encuentran
en decadencia, necesitamos recuperar los valores, y otras similares. Y
te
preguntarás qué es todo esto y los valores para qué; pues bien, todo esto y
mucho más es objeto de estudio de la axiología.
En términos aún más generales podemos
decir que la axiología se encarga de reflexionar acerca de los
valores, su existencia, su fundamento y su objetividad. Los
cuestionamientos que se formula son: ¿Existen los valores? ¿Qué son los
valores? ¿Cómo se conocen? ¿Qué es la jerarquía de valores? ¿A qué principios
obedece? ¿Los valores son especulaciones o tienen fundamento
ontológico? ¿Son objetivos?, entre muchas otras.
Te puedo decir, sin rodeos, que lo realmente
importante no es aprender todo esto de memoria o repetir esquemas
teóricos o recordar una lista de valores; sino el apreciar
que la práctica de los valores en nuestra actuación cotidiana es lo que
cuenta,
es lo que da sentido a nuestra vida, es lo que nos hace actuar con plenitud
de
conciencia, con plenitud de decisión, es lo que nos hacer ser libres.
Þ Estética
La estética se ocupa del estudio del arte
y la belleza, su cuestionamiento fundamental es ¿qué es lo bello? Y las
respuestas diversas al mismo han originado las diferentes
posturas filosóficas sobre la estética.
Algunos
filósofos expresan que lo bello es una realidad objetiva, postura que no es aceptada por todos.
Para otros el concepto de la belleza y de lo bello depende de la carga emotiva de los sujetos; por otra parte, los subjetivistas argumentan, lo cual tiene cierta veracidad, de que el criterio de lo bello varía en culturas y épocas diferentes, es decir realmente se construyen estereotipos.
REFERENCIAS: Muñoz,
C. (2009). Filosofía Bachillerato DGB.
Df México. Editorial McGrawHill, pp.33-36.
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