La
importancia del pensamiento crítico en el Siglo XXI
Una
costumbre cuando se da el primer día de clases en filosofía es iniciar con la
pregunta ¿qué es filosofía? a toda la clase. Esta pregunta se repite año tras
año en todos los centros educativos en distintas partes del mundo.
Es
importante que la introducción ante esta pregunta sea oportuna. Pues si se toca
el tema con los estudiantes de una forma correcta, marcará un antes y un
después si queremos transcender la materia más allá de las cuatro paredes del
aula. Si bien en cierto, que la presente pregunta: ¿Qué es filosofía? o ¿Qué
podemos entender por filosofía? Cada una de las preguntas serán respuestas
diferentes, y su respuesta más inmediata puede dejarnos un sin sabor. Ya que su
respuesta literal es totalmente seca. Demostrando que no buscamos nada
fantasioso, mágico o concreto para la búsqueda de una vida feliz. Claramente
que no.
La
respuesta clásica ante estas dos interrogantes antes citadas es “amor a la
sabiduría”. Pero más allá de esto, es necesario replantearse en el acto del
cuestionamiento ante nuestros estudiantes. En una primera clase de filosofía de
manera idealizada sería oportuno que los estudiantes tomaran un hilo conductor
propio al cuestionamiento, generando por medio de sus propias respuestas
comunidades de investigación por medio del diálogo. Buscando siempre la verdad
por medio del diálogo socrático. En este sentido sería el núcleo de las clases
de filosofía.
Cada
pregunta que formula los estudiantes y cada contestación ante ello, generaría
espacios de clase mucho más democráticos y participativos. Por tanto, las
preguntas originarias son contestadas por respuestas hipotéticas ante las
preguntas. Mediante este método de trabajo, es que se enseña a pensar. Cómo
producto final el cuestionamiento sirve para que los estudiantes se cuestionen sobre
sus propias realidades.
Como
sabemos bien el cuestionamiento en una clase de filosofía es un punto de
partida que se tiene que enseñar; y debe de obedecer a estar presente en todas
las clases. Cuando se conversa sobre un tema en específico, es necesario para
captar la atención de los estudiantes. Como problema argumentativo, todas las
personas tenemos la habilidad de cuestionarse, reflexionar o (re)pensar, sin embargo,
de que vale que se pueda enseñar estos contenidos sí filosofar es ¡GRATIS! Si
lo analizamos en una temática utilitaria o rentable no es bien visto, porque a
la filosofía no cabe en un espacio de productividad. Ni está destinado a ser un
producto rentable económicamente hablando. Sin embargo, el producto no es la
utilidad, sino transformar el pensamiento y la forma de analizar el mundo del ser
humano. Desmitificando ciertas realidades inmediatas.
Cabe
ahora preguntarse ¿Por qué es importante fomentar la enseñanza de la filosofía
en el Siglo XXI en los sistemas educativos? Ante esta pregunta es incómoda para
muchos profesores de filosofía; pues siempre cabe la posibilidad real que la
propia materia se ha eliminada de forma parcial, o se vaya estrechando cada vez
más porque es visto como una materia con eje transversal. Si es visto como “eje
transversal” no dejaran nada a la materia. Ya que la materia será absorbida por
otras materias consideradas complementarias. Como está pasando en otras partes
del mundo como en Perú, México o España (que la materia se ha estado
desapareciendo). Viéndose, así como una materia de poca importancia si se
analiza en términos económicos. Uno de los grandes aportes que se ha visto como
punto de vista utilitario al sistema. Tomando como ejemplo la ética en términos
empresariales o laborales es vista como deontología empresarial, se trata en el
deberes y responsabilidades sociales en contextos de trabajo. Regulando así el
comportamiento. Otro ejemplo es con la disciplina de la lógica que es enseñada
por otros profesionales que no son de filosofía, sino por materia como Español
o alguna área de letras. O también la materia de teoría de conocimiento que son
enseñanzas por otras materias. Porque es vista como una materia complementaria.
Dejando de lado esta crítica, nos enfocamos ahora en explicar porque es hoy es
más que necesario fomentar filosofía.
a)
Fomentar el deseo de enseñar como un niño(a).
Dentro
de los espacios de aula sería exitoso si mantenemos el deseo de aprender; mismo
entusiasmo que los niños y niñas tuvieron cuando ingresaron en el primer día de
clases. Deseo de conocer, pero también el deseo de buscar esa verdad. Ante este
anhelo y afán son uno de varios los aportes que genera los estudiantes tienen
que aprender en la clase de filosofía. Despertar esta curiosidad es vital
desarrollarlo. Parte el deseo del cuestionamiento de forma permanente. Volviendo
el ese deseo de aprender.
Dentro
de los fundamentos de la historia del pensamiento sería oportuno mencionar a Sócrates
(469ª.c-399ª.c). Viviendo el “siglo de oro” de connotados filósofos: Platón y
Aristóteles.
El
método socrático correspondía a un método de un diálogo con otras personas.
Siendo un tipo de conocimiento colectivo. Mediante este método, ayudó a abarcar
temas que fueron significativos en su época. Se decía que Sócrates se reunía en
la plaza pública con los jóvenes a conversar sobre temas que ponían en
cuestionamiento los orígenes y fundamentos de la sociedad ateniense. Su castigo
final fue la muerte tomándose la cicuta por defender sus ideales.
b)
Los peligros digitales por la falta de espacios de pensamiento crítico en el
presente contexto.
Los
adolescentes en el presente contexto están fijados con el uso de plataformas digitales.
Se sabe que una gran parte de su tiempo libre es utilizado ociosamente, en absorber
contenidos poco utilizables o provechosos. Evitando que se pueda generar un pensamiento
mucho más deductivo. Siendo este uno de los uno de los grandes desafíos para
fomentar parte del pensamiento crítico.
Hoy
en día se ha estado reformulando la idea de cómo conocemos y cómo procesamos la
información. Una idea mucho más convincente, es cuando se contextualiza en la presente
era digital con respecto a la información que recibimos por medio de
nuestros dispositivos electrónicos.
Ahora
bien, bajo este punto de vista, se sabe que todos los días estamos bombardeados
de información: anuncios y soluciones para una vida mejor. Solo cabe
contextualizar en analizar cómo es el medio de vida social de un adolescente
promedio. Este adolescente promedio accede a redes sociales y está siempre pendiente
de las notificaciones que recibe. Dándole un clic, y apretando un botón de “me
gusta” o “like” con solo analizar el contenido muy brevemente. Siendo un nano
relato. Tan breve y efímero.
Ante
este panorama, los tipos de razonamiento que se catalogan son nano-relatos.
Pequeños y efímeros. Lo preocupante es que existen muy pocos espacios para
reflexionar ante una población más sucumbida ante el gran consumismo
informativo. Como público meta, que se pretende ayudar ante este desafío es con
los jóvenes; porque todos los días están atados a dispositivos móviles
similares a unos “grilletes electrónicos” donde son monitoreados y posiblemente
alimentando una “base de datos”.
Como
otro aporte, es importante analizar el presente contexto en el plano educativo y
la era digital. Dentro del plano educativo estamos en frente de un adolescente
que está sucumbido con el uso de las plataformas digitales. Su medio de vida
parte de este hecho. Porque una mayor parte de su tiempo lo invierte en parte
de estos espacios; como se comunica con sus amigos en redes sociales, la
información que recibe sin cuestionar la fuente original de donde procede esta
información (pues se ven las famosas estafas en páginas sospechosas), o un
hecho cercano con respecto a la economía digital por citar algunos puntos. Es decir,
con estos ejemplos podemos analizar que una gran parte de la vida social del
adolescente de hoy una mayor parte la utiliza en medios y plataformas
digitales. Lo cual también transciende su medio de consumo.
Esto
cabe la posibilidad de analizar el contexto en dos extractos, la primera el
poco tiempo para analizar el panorama actual, ya que una gran parte de los
cuestionamientos Que son urgentes atenderlos para abordar el permanente
cuestionamiento de todo. En un primer momento para poder discriminar, evaluar y
formular la información que se recibe casi todos los días. En un segundo
momento en la reproducción de la información.
c)
Como solución
Es
importante empezar con la enseñanza de la filosofía en espacios de secundaria o
si fuera esencial en primaria. Pues, en nuestras escuelas (secundaria y
primaria) existen muy pocos espacios para pensar, reflexionar y cuestionarse
sobre la presente realidad del Siglo XXI. Ya que un problema que es vertiginoso
y acelerado es que se tiene muy pocos espacios para brindar clases de filosofía,
es decir un espacio para pensar y ser crítico para detectar la información ante
el panorama de la información que se observa en internet. ¿Qué tipo de información
estoy consumiendo? ¿Cuál es el grado de validez? Detectando esta habilidad a
los niños y jóvenes: el cuestionamiento de la información.
Pues ser crítico (dejar que el estudiante lo sea) cabe la posibilidad que se aprende más, porque le exige a la persona a que “relea” o redoble esfuerzos para procesar la información que está recibiendo. Ante este panorama, al día de hoy tenemos una media que las personas no son críticos son considerados como sujetos más pasivos que activos. Esto hay que estimularlos mucho más que antes.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario