Palabras
claves: precarización
laboral, artesano digital, plataformas digitales
Introducción al problema
Los servicios on line son cada vez más comunes
y son una realidad en países de primer mundo, así como países tercermundistas
en sus principales ciudades. Siendo las empresas transnacionales los grandes
respaldos de ese camino llamado: “progreso económico”.
Por otro lado, las crisis económicas ha sido un
fenómeno no sorpresivo en economías tan inestables como el modelo capitalista. Esta
idea nace debido que la naturaleza de una transacción de la vía del consumo
pues depende de una persona que ofrece el servicio y otra que lo demanda de
acuerdo con sus necesidades. Es encadenamiento por una lógica de acuerdo con la
coherencia, pues el modelo capitalista es la base que sostiene un negocio y el dinero
que circule libremente siendo al mismo tiempo un buen ecosistema de negocios.
Pero esto conlleva una serie de responsabilidades. La deuda debe y el cobrador
cobra. Bajo esta naturaleza es la llamada “partida doble”. Por lo tanto, la
economía se sostiene sobre relaciones personales y la confianza social sobre el
consumo y motivos económicos particulares.
La variedad de servicios de plataformas digitales ha
crecido y proliferado de manera diversificada gracias al mercado digital. Para
este estudio vamos a hablar en la plataforma de servicios como: UBER, aunque
hay otros Glovo, o Didi, que son los más importantes que se han posicionado en
países de la región, pero principalmente en Costa Rica.
La “empresas colaborativas” han sido las nuevas
empresas emergentes en el Siglo XXI. Esta
detección ha sido figurada por la economía capitalista. Pues la base es sobre
la oferta y la demanda, y otro punto de vista es sobre la deuda y el capital,
también que todas las personas, que por naturaleza son vías de consumo creando
así una necesidad primaria.
Para este sentido la economía colaborativa ha sido un
fenómeno que ha estado creciendo en los últimos años producto de la economía
informal. En ocasiones el uso del lenguaje técnico conceptual ha cambiado el
marco jurídico. Siendo estos conceptos catalogados como imprecisas y vagas en
una legislación que cada vez más se desactualizada. Los trabajadores que laboran
ante el uso de estas plataformas digitales son llamados “colaboradores” y a la
misma vez prestan un servicio a cuenta ajena. Para reafirmar lo siguiente según
Hernán Álvarez en su investigación llamada La Gig Economy y la obligación de
coordinar la seguridad y salud de sus “autónomos”, explica lo siguiente:
En
tales actividades, los servicios se llaman “gigs”, “tasks”, o “favors” y los
prestadores de los mismos se denominan “turkers”, “taskers”, o incluso
“rabbits”, evitando con ello denominaciones como trabajo, trabajadores,
empleados u obreros; y entre ellos y la plataforma media un “clickwrap” (no un
contrato de trabajo) invariablemente escrito por la plataforma. (2018, p.85)
Por lo tanto,
vemos en el párrafo anterior que evidentemente estos nombres conceptuales están
cambiando. Dejando de lado el nombre de las actividades. Otro punto de vista
legal es que no les brinda un servicio a los choferes, sino más bien a los
usuarios.
El principal problema: el desempleo y sus variantes.
La economía se ha visto como un todo. Por su gran
complejidad se ha diversificado y clasificado para su compresión y su estudio.
Primero para afrontarlo, y segundo para evitar que se expanda. La economía se
ha clasificado como formal e informal.
Las escalonadas cifras de desempleo y sus preocupantes
en el caso de Costa Rica, género que muchas personas tuvieran que adaptarse en
buscar fuentes de empleo formal e informal, alienado a las nuevas tecnologías
de la información comunicación. A pesar de este cambio tecnológico de adaptación,
sigue persistiendo que el trabajo informal de manera abrupta. Pues la
denominación: trabajador a “colaborador” produce que exista un cambio
conceptual dejando de lado las prestaciones legales y siendo una evaluación de
manera constante. Para el presente estudio en Costa Rica ha incrementado el
desempleo de manera abrupta, pasando de un 12,3% en el 2019 a más de un 20% en
el 2020.
Podemos verlo claramente la siguiente gráfica (fig.1)
las cifras de desempleo:
Gráfico1. Tasa de desempleo BCCR. (Noviembre, 2020). Elaboración
propia.
La escalonada cifra de desempleo ha modificado una urgencia por
parte de las personas en condiciones de marginalización para poder subsistir.
Aumentando así una decadencia estatal, pues existe una menos recaudación de
impuestos causado por el desempleo, lo que genera es una economía informal, por
lo tanto, carecen de herramientas para recaudar impuestos que sean legibles.
Cuando hablamos de empleabilidad está estructurado en
cuatro componentes: empleo formal, empleo informal, el subempleo y por último estado desempleado.
En conclusión, de los mayores males que prevalece es
una indeterminación y vacíos que están lejos de resolverse en el plano más
inmediato de la urgencia de este problema social. Pues a pesar de que es un
problema estructural, el gobierno carece de herramientas para afrontarlo de
manera atinada con una respuesta inmediata.
El trabajo precario en la era de la globalización: ¿Es
posible una organización?
Las condiciones para entender que significa la
precarización laboral se describe como: la inestabilidad en el puesto de trabajo
ya sea por la inexistencia de contrato, o por contratos por tiempo determinado
según la OIT en 1974.
Bajo este fundamento conceptual no es sorpresivo que
este fenómeno social se haya ido normalizando, puesto que cada vez más el
trabajo en el sector privado se vincula con el sector informal gracias al
neoliberalismo. Principalmente por tres razones: los contratos temporales, lo
efímero sobre las nuevas demandas del mercado y el cobro de impuestos
imparciales por parte del Estado.
Incrementando parte del trabajo informal. Dado que las
personas que no le queda más remedio, deben de buscar otras formas de buscar
parte de ingresos a partir de sus habilidades y competencias, y en la mayoría
de los casos vinculados por medio de trabajos esporádicos y ocasionales.
Lo cierto del contexto es que el
empleo informal produce una desacreditación. Pues las personas que inician por
cuenta propia parte de su emprendimiento personal o por motivos de fuerza mayor. No cuentan con acceso a recursos
financieros formales ya sea para expandir sus operaciones o mejorando en
también en tecnología. Ante esta desventaja comercial un futuro próximo los
absorberá otra compañía o los consumirán sus propias deudas dejándolos en la quiebra. Siendo su
ciclo natural.
La precarización laboral esta relacionada con
salarios de bajo perfil. Además, apegadas con un emprendimiento
ocasional que apenas le da los ingresos para sobrevivir y sobresalir delante de
manera escasa, apenas con ingresos mínimos y vitales. En muchas
ocasiones el ingreso que reciben es debajo del salario mínimo y es temporal.
Las personas que están en condición de desempleados mayormente
se le asemeja que están en una situación mayor de vulnerabilidad y riesgo
social. Viven en barrios marginales. Cómo no tienen otras salidas
laterales deben de resignarse al robo, la prostitución o la venta de drogas
como salidas laterales. Reproduciendo los ciclos de pobreza.
Lo más preocupante es que se naturaliza ciertos
comportamientos, degradando ciertos principios que son razonables para poder
operar una sociedad que es soñada para el bien común de las personas.
Gracias al capitalismo y a la nueva adaptación del
neoliberalismo, permite la libre competencia y la falta de regulación. Pero
también el lado oscuro, que es que puede conllevar a la persona una vía a la
quiebra abrumadora: económica, pero también personal.
Respondiendo así a una lógica razonable y naturalizada
en un aspecto regulado pues estar en condiciones de marginalización se vuelve
cotidiano siendo a la vez un medio de vida razonable para los que conviven con
escasos recursos materiales y económicos. Más allá de la importancia y de la
línea económica también prevalece la desnutrición, el hambre, el desánimo, la
urgencia de buscar otros medios productivos. Permitiendo además que el circulo
de la pobreza siga permaneciendo.
Dilema a un “problema viejo”
En Siglo XIX se vivió la revolución industrial en
Inglaterra. Los trabajadores que laboraban en las fábricas carecían de
derechos, sufrían todos los riesgos y trabajaban muchas horas por un escaso
salario, a lo que se añadía una importante falta de organización colectiva
(2017, p.10).
Aunque estamos en el Siglo XXI estas narraciones no
han sido todavía superadas del todo. La legislación a nombre de
plataformas digitales, por otro lado, prevalece problemas relacionados con vacíos legales.
Con a la creación de una “inteligencia artificial” a
una economía mediada por la plataforma digitales se cuestiona cual es la
participación del ser humano, dado que desplaza del todo las antiguas
condiciones, que antes, se habían luchado como: un salario digno, prestaciones
laborales, y seguro médico. Por lo tanto, el “problema viejo” sigue
persistiendo pues las personas que carecen de medios para poder operar no
reconocer apenas sus más merecedores derechos y deberes pues dependen de una economía
que esta por parte del libre mercado y además tienen algunas necesidades que son
claves para poder operar.
El problema del conflicto
Los empleos del futuro o los nuevos empleos están
ligados en habilidades y competencias, como parte de insumos de un perfil de
salida laboral: pensado a nivel general es idealizado con más que la titulación
a la nueva generación de empleadores, pero que pensamos sobre ¿Cómo serán los
nuevos empleadores?
Algunas de estas cualidades idealizadas que se han
construido de manera legitimada y arbitraria ha sido como el nuevo empleador: dominar
un segundo idioma, utilizar uno o varios programas computacionales, administrar
parte de las plataformas digitales, tener títulos con credenciales a su oficio
especializado, como así mismo desarrollar habilidades y competencias de acuerdo
con un oficio.
Lo cual estandariza que los de nativos digitales están
competentes a cumplir los perfiles laborales que demanda el mercado.
Cabe preguntarse además que esta generación es vista
como el “artesano digital”, alusivo a un sujeto que se está moldeando cada vez
más con las demandas y ofertas que necesita el mercado. En este sentido, se va
construyendo poco a poco los estándares o patrones laborales para proliferar en
el mercado a partir de la oferta (trabajadores) y la demanda (consumidores) y a
un precio que sea justo.
La fuerza de trabajo gracias a su inestabilidad ha
cambiado de concepto de trabajador. Puesto que este está situado en elaboración
de proyectos. No en perfiles laborales como en el siglo pasado y tampoco pensadas
en jornadas diarias de 8 horas con todos sus derechos laborales reconocidos.
Mas bien el neoliberalismo pareciera tener un aspecto de retroceder todas las
luchas sociales previamente ganadas en las décadas del siglo pasado y
repitiendo así la historia. Porque el capitalismo ha favorecido un concepto
individualista. La única manera de salir de eso es por medio de la colaboración.
Las jornadas laborales en este contexto, -es decir,
dentro del mercado neoliberal- se sitúa en menos de 8 horas o exceder por más
tiempo, pero no es ninguna garantía de que tengan un salario digno. Sino que el
propio sujeto es responsable de lo que haga, sin importar que tengan
credenciales profesionales o no carezca de ellos, pues lo único ocupante es
poder trabajar y conseguir ingresos necesarios para un medio de vida que sea
razonable a sus patrones de consumo.
La velocidad de cómo se comprende la realidad y la
interacción en los entornos digitales están suponiendo un cambio en los nuevos
perfiles profesionales, porque se condicionan de acuerdo con las demandas del
mercado “e-bussines” como nuevos modelos de negocios. Las plataformas
digitales situado en distintas modalidades de transacción conlleva a otro tipo
de “economía” y negocio, pero orientado en el plano electrónico.
Las personas que son autodenominadas emprendedoras no
les quedan otra opción que mudarse a estas nuevas oportunidades de trabajo.
Siendo volátil, informal, e inestable, donde lo único seguro es que por lo
menos haya una marcha de comunicación. Una gran parte de sus vidas están
conectados en las redes sociales y son vistas como un nuevo tipo de sociedad
digital.
No es de extrañar que, la generación nacida en los
años 00 del presente siglo sea totalmente distintos a las otras generaciones
puesto que ellos son considerados ya nativos digitales.
El uso de las plataformas digitales dentro del mercado
digital
Según la investigadora Serrano-García (2017) expone
que las aplicaciones informáticas están generando trabajos que, de momento, cabe
incluirlos dentro de la economía informal (p.2). Siendo un obstáculo para que
estos trabajadores llamados “colaboradores” tengan protecciones sociales y
garantías laborales como todo un trabajador independiente.
El Estado es el principal responsable de esta causa.
De manera arbitraria permitido la normalización de estos fenómenos acompañado
con la idea de que el mercado neoliberal traería prosperidad, pues de manera directa
la persona actúa racionalmente, y en este sentido evitaría que la persona
desarrollara sus competencias y habilidades de lo que mejor sabe hacer y a la vez
sería una garantía de la lucha existencia de las líneas de pobreza, desapareciéndolo
de una sola vez. Generado trabajo y empleabilidad. Sin embargo, de estas razones
no de todas han sido ciertas, sino más bien “idealizadas” de manera metafórica.
Esto ha generado un desajuste de la competencia desleal y sin ningún tipo de
regulación que permita una vía resolutiva. Pues causa que la precarización
laboral prevalezca en distintos ámbitos.
Claramente aquí hay tres actores cuando nos referimos
al uso de empleabilidad de transporte privado a partir del uso de plataformas
digitales: la compañía, encargada de brindar el servicio, el colaborador siendo
el “empleador” y el cliente. Esta triangulación hace que la oferta y la demanda
prevalezca que el servicio siga en uso.
Como punto principal los colaboradores deben de contar
con sus propios vehículos para brindar el servicio. En este sentido hay una
línea muy delgada entre “colaborador” y “trabajador en cuenta ajena”.
Pues el “trabajador por cuenta ajena” debe de contar
con sus propios instrumentos para brindar el servicio. Vemos que aquí hay una
similitud de contar con su propio seguro médico, herramienta tecnológica, es
decir, el dispositivo móvil y propio vehículo para poder operar de forma
vigente y sus papeles al día. Bajo estas especificaciones son bastante claras
que se refiere a “trabajador por cuenta propia”.
Tras estas reflexiones en torno al nuevo papel de la
economía neoliberal sobre que significa, estar la razón de una plataforma
colaborativa, cabe señalar también la participación de los vehículos que
prestan el servicio de taxi. Aquí existe una gran diferencia que es la
siguiente:
«En el caso de Uber para situar un ejemplo, se pone en
contacto a conductores particulares con personas que están interesadas en
realizar el viaje. El transporte es realizado en el vehículo particular del
conductor a cambio de una contraprestación que cobra la plataforma mediante
tarjeta de débito o crédito. Uber retiene un 20% o 30% de la cuantía que paga
el usuario y entrega el resto al conductor. Cobra directamente el servicio del
cliente y después abona al conductor su parte, de acuerdo con lo pactado con el
mismo.
En caso de los taxis la aplicación ha lesionado los
intereses de ellos debido que se has visto que ha lastimado sus intereses porque
los clientes potenciales pagan menos de lo que deberían pagar por un taxi, sin
contar además de que el taxi debe de pagar impuestos directamente al Estado y
una licencia especializada que le da la patente para ejercerlo. Por lo tanto,
la gran diferencia es que los conductores que prestan sus servicios como Uber
son personas particulares con vehículo propio que ejerce el servicio de
transporte de personas, ¿qué pasa entonces con las personas que prestan un
servicio de transporte a un familiar o a un amigo? Hay prevalece otro vacío
legal. Que conllevará a otro tipo de examen en otro momento».
Las empresas tratan de construir un perfil de su
cliente a partir de los intereses que son acumulados en una base de datos de
almacenamiento.
Un buen reclutamiento de información es un medio de “cultivo”
para analizar las ofertas y demandas de empleabilidad. Como un estudio de
mercado. Pues existe una parte de la población que son desempleados y la única
manera de acceder al empleo es por medio de la entrega de sus datos personales,
para así tener orientado como se puede alimentar poco construyendo así los
ideales del consumidor.
Que entendemos por “esclavo moderno” del Siglo XXI
Algunas de estas plataformas digitales han sido previamente
cuestionadas desde el ámbito legal y jurídico, pues bajo esta metodología existe
un marco conceptual. Pues el trabajador que labora bajo estas condiciones a
partir del uso de estas plataformas tecnológicas se le llama como:
“colaborador(a)”. En este sentido cambia sus condicionales laborales en una
situación de informalidad.
En el caso de Costa Rica el
gobierno ha tratado de brindar un auxilio ante este problema, pero el Gobierno central,
por una parte, carece de estrategias para atacar las altas cifras de desempleo,
si bien la tasa natural en los últimos años era de 10% a 12,5% en los últimos
años, el día de hoy (mes de noviembre del 2020) es del 20%. Una cifra descabellada y muy alarmante en
un contexto tan precario. Donde las únicas salidas laterales de un empleo son
por medio de plataformas digitales.
Por otra parte, el Gobierno se
encuentra desgastado en su propia burocracia pues la generado un plan de
inacción y desinterés porque no existen vías resolutivas y claras ante estos
problema sociales y económicos.
Los mercados neoliberales han normalizado la práctica
de servidumbre. Si bien el concepto de esclavo ha cambiado y se ha querido
eliminarse del todo, sigue prevaleciendo el sentido de la esclavitud, pero con
otro nombre. Puesto que las necesidades para poder insertarse son justificadas
por insuficiencias económicas, que claramente el sistema económico está hecho
para que las personas asuman una deuda capital, y a partir de ahí, empiezan a
buscar un empleo para poder subsistir.
En algunos casos se ha presentado “jornadas reducidas”
aumentando así el subempleo y promoviendo una alta competitividad en ciertas
áreas y especializaciones.
Existe un dilema particular que se suma ante este
problema: hay personas que aceptan trabajar “sin derechos ni garantías
laborales”. Apegadas a una lógica estructural del neoliberalismo. Pues es visto
como un tipo de “colaboración” y no empleador a la hora de asignar el trabajo. Dado
que existen prejuicios jurídicos, siendo el peor desenlace para todo empleador
el “despido del colaborador” como máxima amenaza posible. La intimidación de
los juegos de poder se da cuando el “trabajador” colaborador es despedido y marginalizado.
La dificultad con el llamado trabajo por “empresas
colaborativas” se normaliza ciertos patronos de comportamiento como “ilegal”,
“trabajo en negro” o “trabajo no declarado”, y sin ningún tipo de derecho
laboral más allá de sus prestaciones legales.
Conclusión
Los gobiernos en Centroamérica no se han preocupado en
atender la actual coyuntura debido que están en un contexto del neoliberal y de
libre mercado. Siendo el desempleo una preocupación política, económica, social
y no resolutiva.
Evidentemente no se han superado este problema por
diversos contextos legales. El Gobierno es el principal responsable pues no se
ha encargado de atender vías resolutivas que pacta en buenos términos ambas
partes de manera satisfactoria.
El uso de estas plataformas ha consistido una salida
laboral de manera “temporal” sin embargo, a largo plazo cabe la posibilidad de
que la persona que labora por cuenta ajena puede convertirse en la única vía
digna de mantener su medio de vida y obligaciones. Creando así una forma de
dependencia económica bajo el propio sistema económico global capitalista.
Prevalece una duda conceptual sobre que significa
brindar “transporte ilegal” y cuando no es conceptualiza así. Pues de manera
existe un dilema que corresponde en no resolver todavía la vía de comunicación
para muchas personas.
El desempleo produce una economía informal. A largo
plazo afecta a futuras generaciones repitiéndose círculos de pobreza y
problemas sociales como: delincuencia, drogadicción.
Pero expulsar a la aplicación no
sería tan fácil. Pues iniciara un proceso de arbitraje comercial. En virtud del
tratado de libre comercio. Las plataformas tecnológicas han habilitado nuevos
nichos de mercado, pues se crea nuevos tipos de necesidades, y por lo tanto
existirá una línea de consumo.
Fuentes
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García, J. Riaño, M.
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