Pensar
en cuerpos modificados tecnológicamente ha sido uno de las grandes discusiones
en la época contemporánea y uno de los mayores avances teóricamente para pensar
un salto cualitativo del homo sapiens
sapiens al salto del homo ciborg
sapiens con ayuda de la tecnología dentro del tercer milenio (2000-2099)
La corporalidad
tiene un peso significativo, ya que este ha sido el medio de transporte para
poder desplazar parte de la humanidad. Sin cuerpo el ser humano no es nada,
pues ha sido el vehículo que ha participado dentro del desarrollo humano.
Anteriormente
pensar en máquinas situadas con alguna inteligencia artificial en el siglo pasado
era posible, pero solo manifestado en la literatura y en algunos casos
representado en el cine popular. Hoy en día estos relatos pueden bien ser representado
por medio de la tecnología tomando crédito de la imaginación y creatividad del
ser humano.
Cuando
pensamos en una prótesis para sustituir una parte del cuerpo, automáticamente
se convierte en una herramienta necesaria. Pone en duda sobre la mejora o
sustitución de las capacidades que fueron desplazados, a un ser humano
superior.
Una
de las grandes fascinaciones del ser humano es seguir traspasando las fronteras,
un hecho conquistador. Con el uso de los dispositivos móviles y las nuevas
tecnologías ha sido de gran ayuda para poder realizar las tareas cotidianas. Lo
cual prevalece un antes y un después a la hora de como interactuamos cada uno
con la sociedad.
El
uso de aplicaciones dentro de los medios de comunicación cambio por completo la
hora de cómo entender el mundo. La pantalla de nuestros dispositivos ha sido la
“ventana” informativa y en el cuál procesamos la información para saber sobre
los hechos más relevantes que han sucedido en el acontecer nacional e
internacional.
El
termino ciborg fue totalmente definido en los años sesenta, con la idea de que
para que el ser humano pudiera sobrevivir fuera de la Tierra ocuparía una serie
de mejorar para así “aclimatarse”. Teniendo como mayor aproximidad el uso de extensiones
mecánicas como un traje espacial para poder sobrevivir. De manera que al
implantarse algunas mejorar como: memorias, brazos, piernas, capacidad
pulmonar, o una visión más definida para ver atreves de la pared de hormigón
era algunas de las ideas que se fueron dibujando y que poco a poco con el
avance de la tecnología ha sido consultado de manera paulatina.
Crear
una inteligencia artificial y brindársela a una máquina para que el ser humano
no decida y no sopese más, de la carga de responsabilidad y moral es uno de las
mayores cuestiones filosóficas. Ya que indirectamente el peso le correspondería
a la máquina con “conciencia” y no al ser humano.
Ha
pensado sí: ¿Todos los seres humanos podemos llegar a ser ciborgs? O ¿Lo hemos estado
en alguna vez? La presente pregunta nace pues más de lo habitual muchas
personas en condiciones ordinarias y cotidianas le dedican mucho tiempo a las tecnologías,
siendo estas herramientas ya esenciales. Por ejemplo: nuestros amigos situados
en las redes sociales para establecer comunicación. Es un modelo de como la
cultura tecnológica transformo parte de la naturaleza humana, pues
habitualmente la presente generación le dedica más de ocho horas en el uso de
los dispositivos móviles al día.
También
cabe la posibilidad de cuestionarse espacios de reflexión. Una de las grandes
preocupaciones morales y existenciales más prevalentes hoy en día es pensar
sobre: la guerra y la paz. Este
concepto dualista es ambivalente pues son inestables y entre los dos conviven
daños colaterales. Una de ellas es la tecnología militar (por su alto interés
en la seguridad y sobre todo el potencial que tiene al implantar inteligencia artificial
dentro de cada arma de poder de destrucción masiva), más allá de sus
implicaciones nacionales e internacionales.
Dentro
del cuestionamiento tecno-cultural cabe la pregunta y la existencia de la responsabilidad
en el uso de las tecnologías. Todo hecho de acción tiene su peso. La tecnología
como una herramienta ha sido demandante para construir espacios, pero también para
destruir como el caso de las guerras. Todo ello tiene su
peso, pero tenemos que aprender a convivir con ellas.
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